El pueblo de Salamanca fue fundado el 13 de abril de 1843, por acuerdo de la Directiva de la Casa de Expósitos de Santiago, y designado con el nombre de Salamanca en homenaje de Doña Matilde Salamanca, la cual habría legado para obras piadosas los terrenos en que está asentada la localidad, además de sus valiosos contornos.
Pero cabe señalar como parte del misterio que rodea a Salamanca, que no hay acuerdo entre los historiadores respecto a la fecha de su fundación, según otro dato recogido:
“La ciudad de Salamanca fue fundada el 29 de noviembre de 1844, por el Gobernador interino de Illapel Don Joaquín de Ceballo, por acuerdo de la Junta de Hospitales de Santiago, en los terrenos de la Hacienda Choapa, a esa fecha de propiedad de la beneficencia”. (Misceláneas de Salamanca, Centro Cultural Manquehua).
Se aprecia, desde los primeros momentos de su historia, que el nombre del pueblo se halla vinculado al de Doña Matilde Salamanca, por lo que parece conveniente para una mejor comprensión de su pasado histórico, conocer algo más de esta apreciada figura de los salamanquinos.
Doña Matilde Salamanca: Su Testamento
La gente de la localidad recuerda frecuentemente lo relacionado con el testamento de la Señora Matilde Salamanca, haciendo siempre comentarios y aseveraciones sobre dicho documento. Se ha informado que dejó un gran legado para servicios públicos, que legó sus fundos a los pobres y huérfanos del Valle, encargando el cumplimiento de su voluntad testamentaria al Director Supremo Don Bernardo O’Higgins, pero nada hay cierto en esto.
La Señora Matilde Javiera Salamanca, hija mayor de Don Manuel Salamanca, caballero de Orden de los Reales Ejércitos de Su Majestad, Presidente, Gobernador y Capitán General y de la Señora Isabel Zabala de Bustamante, contrajo matrimonio con el comisario Don Gaspar Ahumada y Mendoza, y en segundas nupcias con el Maestro de Campo, Don Antonio Avaria, recibiendo del primero una cuantiosa herencia, dentro de la cual estaba la gran Hacienda Choapa, que se componía de las hijuelas Cuncumén, Chillepín, Tranquilla, Coirón, Llimpo, Quelén, Las Casas, Tahuinco, El Tambo, Limáhuida, Las Cañas y Las Vacas.
Matilde murió en tiempos de la Colonia, cuando aún no existe el pueblo de Salamanca que fue fundado mucho después (1843). De este dato podemos concluir que fue imposible que dejara legados a un pueblo que no existía, y nombrar como albacea a una persona que en este tiempo estaba fuera del país y a quien la Señora Matilde Salamanca no conocía. Como pueblo en ese tiempo, cercana a su estancia, existía La Villa San Rafael de Rosas (actual Illapel), que tenía treinta años de existencia cuando se fundó Salamanca.
Doña Matilde que ignoraba el valor de su hacienda, pues, le producía de arriendo una insignificancia, no hizo de ella legado alguno fuera de los diez mil pesos para escuelas de La Villa San Rafael y seis mil pesos para los gastos que originaron unos ejercicios religiosos que se realizarían anualmente en la misma Villa y en el que para ese objeto había legado a Doña María Rosa Ahumada. Dejaba el remanente que quedase después de cumplir estos dos únicos legados para obras espirituales a favor de su alma. Respecto a esto su testamento dice:
“Y el remanente de lo que quedara de todos mis bienes, deudas, derechos y acciones futuras y sucesiones y repartos no teniendo descendientes ni ascendientes legítimos lo dejo para obras espirituales en beneficio de mi alma a quien nombro e instruyo para mi única heredera”. C. Urbina y D. Arancibia, “Doña Matilde Salamanca, su testamento en dos siglos en la vida de Illapel”.
El valor de la hacienda Choapa, en ese tiempo, se calcula por el precio que sacó poco después por la muerte de Doña Matilde con la venta de la hijuela Limáhuida, Las Cañas y Las Vacas, en 150 mil pesos, pero su dueña debe haberla estimado en mucho menos cuando no se atrevió a dejar establecido otro legado que los dos dejados en Illapel. Así deben haberla estimado también el Obispo de Santiago, Monseñor José Santiago Rodríguez Zorrilla y el presidente Don Bernando O’Higgins al resolver destinar los 16.000 pesos dejados a Illapel para el hospicio y casa de huérfanos, pues si éstos se hubieran dado cuenta de que con el valor de la hacienda del Choapa se podían instalar 5 o 6 hospicios, seguramente no se habrían atrevido a atropellar la voluntad de la testadora. Cabe señalar que los bienes de Doña Matilde, por disposición testamentaria pasaron a ser inicialmente administrados por la iglesia (1820) y luego por decreto del Director Supremo Don Bernardo O’Higgins de fecha primero de septiembre de 1821, fueron entregados a la beneficencia pública.
A su vez por orden del Director Supremo, se hizo cargo de los bienes de Doña Matilde Salamanca, una junta, que tendría por misión primordial administrar en la mejor forma posible los legados de la difunta, para así cumplir fielmente la voluntad de la Señora Salamanca.
El valle y la ocupación temprana
Mucho antes, entre los años 8000 y 2500 antes de Cristo, ocupan estas tierras bandas de cazadores – recolectores, las que se trasladaban desde la costa en busca de alimentos. Paulatinamente estos grupos alcanzaran una forma de vida más desarrollada en lo que se refiere a la agricultura, especialmente maíz, y asociada a la caza del guanaco. Entre los años 300 antes de Cristo y 200 después de Cristo, irrumpen en el valle poblaciones agroalfareras originarias del noroeste argentino. De estos grupos provienen los primeros testimonios arqueológicos del pasado de Salamanca, como lo atestiguan los hallazgos de las localidades de San Agustín, Arboleda, Chillepín, Panguesillo, Chalinga y Salamanca mismo.
Características de algunas culturas que habitan la zona
En alguna medida, la tierra en donde se vive, adquiere características de quienes las han ocupado, ocupan y ocuparán; debido al hecho de por medio del trabajo que realiza en ella el hombre, estas se van transformando mediante la explotación de sus riquezas, la que sin lugar a dudas ha permitido que la existencia de las distintas especies hayan podido evolucionar a través de la historia de la humanidad. Por ello parece interesante mencionar alguna de las culturas que habitaron en Salamanca.
1. Cultura El Molle
Este pueblo, de cuyos orígenes no se tenía certeza, vivía en valles y quebradas, dependiendo de la agricultura y la ganadería. Conocían la metalurgia del oro, la plata y el cobre, aunque en forma simple. Elaboran una cerámica sencilla, conocían el uso del tabaco, e introdujeron en la región un adorno labial elaborado en piedra: el tembetá. Los pocos datos que se han logrado recoger de esta cultura muestran que no alcanzaron gran desarrollo, que fue más bien marginal.
2. Cultura Diaguita
De acuerdo a las investigaciones realizadas la cultura Diaguita también estuvo presente en épocas pasadas en la zona. Teóricamente se cree que los diaguitas llegaron a Chile hacia el siglo décimo desde el noroeste argentino, cruzando la cordillera y poblando los valles del Norte Chico.
Las tribus diaguitas radicadas en el valle se dedicaron de preferencia a la caza, agricultura y crianza, conformando así, un patrón de asentamiento semi-aldeano o aldeano.
Los diaguitas desarrollaron una rica alfarería, decorada finalmente con motivos geométricos, la que evolucionó técnicamente a la llegada de los incas.
Su forma de organización política se caracterizó porque constituyeron “señoríos duales”, es decir, el lugar físico se dividía en dos partes, cada uno de ellos gobernado por un señor principal. Una de las mitades correspondía a la costa, la otra a la sierra o parte de arriba, del valle (lugar donde se situaban los dominios diaguitas del valle del Choapa).
Los petroglifos existentes en la zona, si bien no se tiene certeza de quienes fueron sus autores, se ha tendido a asociarlos con la cultura diaguita. Estas piedras grandes cubiertas con signos y dibujos, constituyen, una forma de escritura, la que perpetúa cierto hecho o cierto dato característico posiblemente de la época o cultura. Se encuentran estos petroglifos en Panguesillo, Chillepín, Jorquera, Santa Rosa, Cerro Chico, Chalinga, San Agustín y Quelén.
3. Dominio Inca
Se atribuye al gobernante Topa Inca Yupanqui (1471-1493) la conquista de Chile. La expedición fue cuidadosamente preparada bajo el mando del general Sinchiruca, con más de diez mil soldados, que durante seis años combatieron entre Copiapó y Aconcagua. Algunos autores sostienen que la dominación peruana en nuestro país duró de 50 a 75 años, hasta la llegada de los españoles.
La invasión incásica dejó en toda la región del Choapa su huella civilizadora, logrando introducir una más racional explotación en los cultivos, enseñaron la construcción de caminos y canales de regadío, como así mismo la confección de tejidos, alfarería y diversos utensilios de uso doméstico.
Interesante resulta destacar la existencia en la comuna de vestigios del “Camino del Inca”, ruta construida para el traslado de las fuerzas militares, el comercio y para mantener expeditas las comunicaciones del Incanato. Este camino era parte de una red de veinte mil kilómetros trazados entre montañas y valles. En 1984 se descubrió un tramo a la altura de Cuncumén, así como el tambo de Conchuca (los tambos eran lugares de descanso y reabastecimiento).
Existen antecedentes de la existencia de un camino del Inca costero (aún desconocido), que debió haber pasado por La Serena, Illapel y La Ligua.
4. Los Conquistadores españoles en la Zona
Después que Almagro pasó por Chile (1536), Pedro de Valdivia emprenderá la conquista de estos territorios (1540).
Asentado en Chile, Valdivia recompensará a su gente con tierras e indios (“mercedes” y “encomiendas”) para que las trabajen. A Juan de Cisternas corresponderá las tierras del “Chuapa”.
Interesa precisar que las tierras de Cisternas serán compradas después por el peruano Gaspar de Ahumada y Mendoza, bajo cuya propiedad quedarán las hijuelas de Cuncumén, Chillepín, Tranquilla, Coirón, Llimpo, Quelén, Las Casas, Tahuinco, El Tambo, Limahuida, Las Cañas y Las Vacas, o sea, una extensión que abarcaba desde la cordillera hasta las cercanías del actual puerto de Los Vilos.
A fines del siglo XVI la población nativa de El Tambo es trasladada a Chalinga, recibiendo la denominación de “pueblo de indios”, concepto utilizado en la época para caracterizar a las poblaciones naturales reunidas en estos sectores para brindarles mayor protección y además, para que curas y doctrineros enseñaran a niños y mayores con la frecuencia necesaria la doctrina cristiana. Pero, según se desprende de documentos eclesiales, la doctrina del Choapa estará casi sin gente, porque el encomendero mantendrá en su estancia a los indios. En otras palabras, se desarrollará una sorda pugna entre el encomendero y los responsables de los pueblos de indios por mantener bajo su tutela a los nativos.
Hacia 1727 se tiene conocimiento que la “Vice-parroquia de Chuapa Alta” (Chalinga), está a cargo del cura “reverendísimo” Agustín Feliz de Molina.
Por el año 1818, durante la Patria Nueva, los naturales de Chalinga, aunados por el indio Vicente Paillarte y el mestizo Francisco Carvajal, atacaron la ciudad de Illapel un jueves santo, aduciendo descontento por el nombramiento del cacique. El 20 de marzo don Miguel Irarrázabal, con una tropa de 30 inquilinos los derrotará, dando muerte a Carvajal, líder de la insurrección.
Recreando la Historia
Luego de la fundación de la Villa, a pesar de su asentamiento marginal en comparación con las grandes ciudades, Salamanca no podía quedar al margen de los asentamientos nacionales.
En 1851, durante el gobierno de Don Manuel Montt, los liberales se alzaron en su contra iniciando así la revolución. En la zona, Benjamín Vicuña Mackenna, que contaba entonces con 20 años de edad, ocupara Illapel el 16 de septiembre de 1851 a los sones del himno patriótico del ejército coquimbano. Los leales al gobierno, buscaron refugio en el fundo de El Tambo. En tanto desde Salamanca partió una división de 150 fusileros y 172 jinetes al mando de Don José Miguel Larraín. El 25 de septiembre de 1851, el gobernador de Combarbalá derrotó a los revolucionarios en la Batalla de Cuz-Cuz.
Hacia 1859 el cura párroco Francisco Cambil (1850-1860), inauguró la nueva iglesia de Salamanca en la esquina de O’Higgins con Montepío (actual edificio del Banco Estado).
En 1873 la tierra de Salamanca fue azotada por un fuerte sismo. A fines de esta década estalló la guerra del Pacifico. En documentaciones asignada al curo párroco Don Juan de Capistrano Herrera, se señala que entre las actividades de apoyo a los expedicionarios de la guerra, se realizaron una serie de procesiones por las calles de la ciudad.
Desde la fecha de la fundación de la ciudad y hasta la última década del siglo pasado, el crecimiento del pueblo de Salamanca fue muy escaso. Solo existían algunas casas de tejas con enormes sitios eriazos, en cuyo poblado la vida transcurría apaciblemente, tranquilidad afectada solo por el estallido de la Guerra del Pacífico.
Con la creación de gobiernos comunales autónomos, se instalaron algunas oficinas públicas, tales como: Correos, oficina del Registro Civil, además de la Corporación Edilicia.
Debido a la falta de medios de locomoción, el comercio se desenvolvía con bastante dificultad. Por un camino tropero salían a otros lugares los productos agrícolas de la zona, para ser embarcados en el pequeño puerto de Los Vilos. De allí se traían a Salamanca los productos manufacturados que expandían el magro comercio local.
Salamanca dio un gran salto en su desarrollo con la instalación del telégrafo en 1907 y la construcción del ferrocarril en 1911. Su población aumento a más de 1.500 habitantes; llegaron nuevas familias a establecerse en el pueblo con intenciones de desarrollar actividades comerciales.
La abundancia de productos agrícolas y los bajos precios que se pagaban por ellos, además de la enorme importancia que había hacia los centros de consumo, condicionaron un desarrollo lento, casi estacionario, del pueblo.
Posteriormente, Salamanca se vio fortalecida con la ley Nº 4.496, de Colonización, la que fue dictada por Don Carlos Ibáñez del Campo con fecha 10 de diciembre de 1928, y por la cual se ordenó la parcelación del Fundo Las Casas.
Esto trajo consigo un despertar en el agro, lo que significó además un mejoramiento en el bienestar de los inquilinos.
Desde esta fecha y hasta nuestros días, Salamanca viene progresando en forma lenta pero sostenida. Se han mejorado los medios de comunicación, producido y realizado proyectos de electrificación, pavimentación, alcantarillado, construido escuelas, liceo y un hospital. Además se han instalado servicios esenciales para el normal desarrollo de una comunidad moderna.
Salamanca y sus alrededores poseen potenciales riquezas que, bien administradas, permitirán tener la esperanza puesta en un mejor porvenir.
Creación del Municipio
Al crearse el Municipio de Salamanca la subdelegación de Chalinga pasa a depender administrativamente a la nueva Comuna.
Con fecha 9 de marzo de 1894 se efectuaron las elecciones municipales, realizándose el 17 de marzo la sesión preparatoria donde se nombró la comisión y las impugnaciones de las elecciones. Como la anterior no ocurrió, el 6 de mayo de 1894, a las 13:00 Hrs, se reunió en la escuela de hombres, la nueva Corporación, bajo la presidencia del señor Subdelegado don José Toro.
De esta manera el municipio quedó integrado como sigue:
1er. Alcalde | Don Julio Echavarría |
2do. Alcalde | Don José C. Rufatt |
3er. Alcalde | Don Juan López |
1er. Regidor | Don Bartolomé Avalo |
2do. Regidor | Don Zerón Arancibia |
3ro. Regidor | Don Francisco Rocco |
4to. Regidor | Don Francisco Escudero |
5to. Regidor | Don Santiago Tagle |
6to. Regidor | Don Juan B. Zavala |
Secretario Municipal | Don Pablo Aliste |
Tesorero Municipal | Don José H. Toro |
En esta primera sesión acordaron reunirse los días primeros y quince de cada mes, además de sesiones extraordinarias.
Secuencia de Alcaldes de la Comuna de Salamanca
Los nombres de los alcaldes que se mencionan a continuación y las fechas respectivas hasta 1960 fueron transcritos de los libros de actas del Concejo Municipal, facilitado ante la fuente mencionada por su Secretario don Mariano Mesa Astudillo. Los datos registrados a partir de 1960, fueron proporcionados por don Roberto Rondanelli Hidalgo, ex alcalde de Salamanca.
Antes del ejercicio de Alcalde (1844-1894) el poder de decisión sobre asuntos vecinales de la comuna recayó en el cargo de Subdelegado de Salamanca, designado por el Gobierno Central y subordinado al gobernador de Illapel.
Periodo | Nombres |
06/05/1884 – Sept. 1907 | Julio Echavarría |
Sept. 1907 – 02/05/1909 | Zenón Arancibia |
02/05/1909 – 02/05/1915 | Tomás Echavarría V. |
02/05/1915 – 18/05/1927 | Alfredo Hevia |
18/05/1927 – 07/04/1928 | Carlos Valencia |
07/04/1928 – 10/09/1932 | Amable del Canto |
10/09/1932 – 01/02/1933 | Arturo Labbé |
01/02/1933 – 27/09/1933 | Amable del Canto |
27/09/1933 – 09/06/1935 | Toribio Díaz Lira |
09/06/1935 – 18/04/1936 | Tomás Echavarría Barriga |
18/04/1936 – 12/04/1937 | Tomás Escudero |
12/04/1937 – 15/05/1938 | Juan Nicolás López |
15/05/1938 – 05/12/1940 | Alfredo Hevia |
05/12/1940 – 18/05/1941 | Toribio Díaz Lira |
18/05/1941 – 22/05/1944 | Otto Weishaupt Cáceres |
22/05/1944 – 18/05/1947 | Efraín del Canto |
18/05/1947 – 21/05/1950 | Ernesto Araya Cáceres |
21/05/1950 – 17/05/1953 | Otto Weishaupt Cáceres |
17/05/1953 – Mayo 1956 | Osvaldo González González |
Mayo 1956 – Mayo 1960 | Ernesto Araya Cáceres |
Mayo 1960 – Mayo 1964 | Roberto Rondanelli Hidalgo |
Mayo 1964 – Mayo 1967 | Quelo Rivera Frez |
Mayo 1968 – Mayo 1971 | Jorge Meyer Chávez |
Mayo 1971 – Mayo 1972 | Charo Dib Sacre Méndez |
Mayo 1972 – Junio 1973 | Rodolfo Cruz Hidalgo y Emilio Estay Peña * |
28/06/1973 – Sept. 1973 | Emilio Estay Peña |
Sept. 1973 – Dic. 1974 | Sergio Navarro Heinsohn |
Dic. 1974 – Dic. 1976 | Ramón Valverde Peralta |
Dic. 1976 – Nov. 1977 | Mariano Mesa Astudillo (Interino) |
Nov. 1977 – Sept. 1989 | Roberto Rondanelli Hidalgo |
Sept. 1989 – 14/02/1990 | Gonzalo Escudero Yanes |
20/04/1990 – 25/09/1992 | Fernando Gallardo Pereira |
25/09/1992 – 25/09/1994 | Gerardo Rojas Escudero |
26/09/1994 – 05/12/1996 | Fernando Gallardo Pereira |
06/12/1996 – 11/12/2000 | Fernando Gallardo Pereira |
11/12/2000 – 06/12/2004 | Fernando Gallardo Pereira |
06/12/2004 – 06/12/2008 | Gerardo Rojas Escudero |
06/12/2008 – 06/12/2012 | Gerardo Rojas Escudero |
06/12/2012 – 06/12/2016 | Gerardo Rojas Escudero |
06/12/2016 – Actualidad | Fernando Gallardo Pereira |
*(Subrogaron alternadamente).