Pareja salamanquina fue condenada a 7 años de presidio por el delito de Trata de Personas para la Explotación Sexual
Una joven peruana de 19 años de edad viajó a Salamanca para trabajar como mesera. Al llegar, le quitaron su documentación, la encerraron, golpearon y amenazaron. Además, la medicaron para abusar sexualmente de ella.
El pasado 1 de abril, el Cuarto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago condenó a Patricio Alberto Donoso Villalobos y a Carla Jaqueline Castro Mayta, a la pena de siete años de presidio mayor en su grado mínimo, en calidad de autores del delito consumado de Trata de Personas con Fines de Explotación Sexual, perpetrado entre los días 22 de febrero y 19 de marzo de 2017.
El Tribunal de Juicio Oral, aplicó además, las sanciones accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos, derechos políticos y profesiones titulares.
La víctima, una joven peruana de 19 años de edad, de iniciales A.M.T., viajó a Chile el 13 febrero de 2017, en búsqueda de oportunidades para una mejor calidad de vida. Ya en Santiago, leyó una aviso de trabajo para meseras. Viajó a Salamanca para obtener el cupo laborar, y así financiar su estadía en Chile. “Ella llega pensando que iba a trabajar como mesera, en el lugar es obligada a ejercer la prostitución, es amenazada, y es obligada a pernoctar en una casa”, detalló el comisario de la Policía de Investigaciones, Giordano Lanzarini.
Lo que logró acreditar el Ministerio Público
El Tribunal dio por acredita, más allá de toda duda razonable, que: “Días antes del 22 de febrero de 2017, A.M.T. de 19 años de edad a esa fecha, de nacionalidad peruana, tomó contacto telefónico con los imputados luego de haber visto un cartel, […] que solicitaba garzonas para desempeñarse en shopería en la región de Coquimbo. Carla Castro y Patricio Donoso le indicaron a A.M.T. que podía trabajar como garzona. De esta forma A.M.T. quien había ingresado a Chile recientemente, esto es, el día 13 de febrero de ese mismo año, ante la necesidad imperiosa de trabajar y enviarle dinero a su familia en Perú, se trasladó hasta la ciudad de Salamanca siendo recibida por Carla y Patricio quién aprovechando su situación de vulnerabilidad, la trasladaron hasta la casa ubicada en calle Freire, Salamanca y luego a un local llamado “El Paraíso Bar”, ubicado en calle Bulnes, Salamanca”.
“Sin embargo, luego del transcurso de algunos días le quitaron la tarjeta única de turismo con que había ingresado al país, diciéndole que sin ese documento no podía salir de Chile. Con posterioridad la obligaron a prestar servicios sexuales a los clientes del local. Frente a la negativa de la víctima la encerraron, golpearon, amenazaron y le dieron pastillas con la finalidad de que fuera objeto de tocaciones en distintas partes de su cuerpo y que mantuviera relaciones sexuales forzadas con los clientes, tanto en uno de los privados del local “El Paraíso Bar” como en una habitación ubicada en el domicilio de calle Freire, Salamanca. Aquella situación se mantuvo hasta el día 19 de marzo de 2017 cuando la víctima logró huir del lugar”.